Como las manos de la inocencia que se amoldan en la plastilina de lo enigmático,
al igual que la piel que se hunde en la arena húmeda por el beso del mar.
Como las manos que tocan tu piel componiéndote mil caricias que descubren lo inhibido.
Como mis ojos que se hunden en los tuyos.
Así como el barco que se hundió por una grieta que hizo el iceberg,
como la lengua que perfora el beso,
como la llama que devora lo que toca,
como la lujuria que se incrusta lentamente,
así,
así me encuentro.
Hundido en la profundidad de tu recuerdo presente y tu voz ausente.
Hundido en lo más absurdo de mi realidad, en donde quieres y no quieres estar.
Hundido en la esperanza más ridícula de que regreses a mí,
así me encuentro hundido.
Y mientras mi cordura no se hunda entre mis lágrimas,
créeme, seguiré hundido en ti.
al igual que la piel que se hunde en la arena húmeda por el beso del mar.
Como las manos que tocan tu piel componiéndote mil caricias que descubren lo inhibido.
Como mis ojos que se hunden en los tuyos.
Así como el barco que se hundió por una grieta que hizo el iceberg,
como la lengua que perfora el beso,
como la llama que devora lo que toca,
como la lujuria que se incrusta lentamente,
así,
así me encuentro.
Hundido en la profundidad de tu recuerdo presente y tu voz ausente.
Hundido en lo más absurdo de mi realidad, en donde quieres y no quieres estar.
Hundido en la esperanza más ridícula de que regreses a mí,
así me encuentro hundido.
Y mientras mi cordura no se hunda entre mis lágrimas,
créeme, seguiré hundido en ti.
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