12.10.2010

EL ZAFIRO


Despertó en un lugar oscuro y tenía en frente una capa negra que lo cubría a contraluz, al parecer ese lugar se hallaba detrás de un camino y al final había luz. De esa capa salió una voz ronca y monstruosa. Le dijo que tenía una misión. Salvarlos a todos.
"¿Pero salvar a quien? ¿De qué?" Se preguntó él. La figura sólo le dijo que lo siguiera.
Caminaron un pasillo con poca iluminación y salieron en un corto tiempo a un espacio cubierto de tierra y desierto; la figura le pidió que se quitara el anillo con la piedra azul y lo colocara en el suelo.
Él simplemente obedeció y al mínimo roce de la plata con el suelo, el anillo maximizó su tamaño al cien por ciento. Él nunca vio el agujero que había bajo aquella piedra. Y en ese momento lo vio.
La tierra tembló tan bruscamente que lo hizo caer y lastimarse la palma de la mano al apoyarla en el suelo para no lastimarse demasiado.
A lo lejos vieron un tornado que devoraba todo a su paso. La figura le gritó: "¡MÓNTATE!"
Y según entendió él, por el ademán que hizo la figura, lo estaba mandando a montar el anillo.
En lo que aquel material brillante sintió su piel, arrancó hacia el norte a una velocidad desmedida.
Mientras se acomodaba para ocultarse, volteó hacia atrás y visualizó unas sombras cubiertas de humo saliendo del tornado y volando hacia él. Se ocultó asustado en el interior del anillo, que ahora era volador y cerró los ojos fuertemente, como si fuera una pesadilla de la cual quiere despertar. Las sombras encerraron al anillo en un campo de fuerza que quedó dominado por una sola de ellas, del cual se desprendía un rayo que fue utilizado como rienda para manejar el anillo que no paraba de volar.
La sombra haló el anillo hacia sí con la ayuda del rayo.
Desactivó el campo de fuerza y le introdujo a Jhonny Morgan en la boca, una perla azul que ardía en llamas azules y lo hizo tragarla.
El veneno de la perla corría por su sangre, por lo que la conexión entre el anillo y su piel estaba rota.
Él sólo en un momento en el que no se dio cuenta, caía por el vacío mientras veía a las sombras, las cuales eran tres, perseguir al anillo en el aire, que había tomado su tamaño normal e iba cayendo con la misma velocidad suya.
Sintió el golpe de la grama en su cuerpo y cuando se levantó, se sorprendió no tener ni un rasguño.
Cuando se incorporó, chocó accidentalmente con una niña de ojos violeta que iba corriendo.
Le preguntó su nombre y ésta le sorprendió: "Crystal".
Ella le preguntó por qué estaba tan asustado y jadeando y en lo que le da una explicación, ella abre los ojos como platos y dice: "Eres tú."
Lo tomó del brazo y se adentraron en el bosque en la búsqueda del anillo con esa extraña piedra azul...

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