Nadie sabrá como acomodarse sobre ti para no despertarte cuando te duermas sobre su cuerpo.
Nadie soportará tu cuerpo adormilado encima, entonces.
Nadie sabrá como dormir con el melodioso constante sonido de tu respiración.
Así como nadie aguantará el frío de tus pies en la madrugada.
Nadie disfrutará tu sudor deslizándose por tu piel.
Nadie le pondrá una canción a los instantes a tu lado.
Nadie soportará tu inseguridad al hablar del futuro.
A nadie le gustará compartir la incertidumbre de lo que pueda pasar en el futuro.
Nadie soportará tus quejas como yo lo hice.
Pero nadie soportará las mías más que tú.
Nadie será racional ni objetivo al momento de aconsejarme.
Nadie soportará tomarme de la mano frente a un montón de gente.
Nadie me besará en la calle como me encantaba que tú lo hicieras.
Nadie será tan auténtico como tú.
Ni creo que hasta encuentre a nadie que me haga tratar de no olvidar la forma en la que trato de olvidarte.
Sin nadie que esté a mi lado presionándome.
Sin nadie que me diga con quién estás.
Sin nadie que me informé qué es lo que haces.
Sin nadie que me haga recordar cuánto te extraño.
Sin nadie que me haga revivir cuanto te amé.
Sin nadie que me vuelva a hacer lo mismo que tú.
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