Lamentablemente vago por las calles de un recuerdo que es tuyo, que huele a primavera, que me incita inevitablemente a pensar que mi corazón sin ti, probablemente puede estallar. Las flores se marchitan, el cielo se oscurece, mi mirada se pierde entre las espinas de un clavel llamado soledad. Por esa indudable razón te tengo clavado en mi sien como una estaca que mata mi agonía de extrañarte. Tu imagen se disuelve en mi mente irrefutablemente y me traslada absolutamente a un mar profundo en el que me hunde la pesadez de tu ausencia. Ayúdame a escalar hacia la cima, enséñame a saber que el camino me lleva a ti; no me dejes sucumbir cayendo en un abismo que me grita tu nombre y me hala hacia lo más profundo. Recorre con tus labios cada poro de mi piel y renace con decisión las llamas de un amor que proclama vivir, que reclama existir. Bésame contra la pared, deja que tu aliento me seduzca y me conduzca hacia el camino perfecto llamado futuro, y es contigo.
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