12.10.2010

OSADÍA INFANTIL

Insististe en que yo era tu tesoro más preciado
Me inculcaste claramente que me querías, que me deseabas
Pero esa inútil pleitesía ya yo me la sabía
Lo que hiciste fue repetírmela por milésima vez disfrazándola con mentiras
Despiadadamente quizás me ilusionó tu boca, tu mirada
Afortunadamente no morí sin ellas, ¿gracias?
Lamento aquel sueño en el que te fundí en un beso
Lamento el olor a tristeza que despiden tus huesos
En realidad me tizné de una ilusión que ya llevaba siglos
La historia universal se quedó ¡pendeja!
Pero aún así, y entre tanta habladuría, te saqué de mi mente
Como una mosca indecente, que corrí violentamente de mi hombro
Y estoy bien, veo tus fotos y te mofo, veo tu cara y me burlo
No me importa que me ofrezcas una amistad falsa, que te gusto, que ya no... Me da igual.
Sólo espero que en este tren no me monte otra vez....
... ¡Jamás!

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